Los puntos no se pueden conectar mirando hacia adelante. Hay que conectarlos mirando hacia atrás. Nunca habría imaginado que mi carrera profesional estaría ligada al mundo de los videojuegos y, más concretamente, al de los esports. En 2016 tomé la decisión de desligarme de mi trabajo como miembro del equipo directivo de dos áreas de la universidad en la que trabajaba, mayoritariamente liderando proyectos de innovación tecnológica y asesorando a proyectos de emprendimiento, y me adentré en el apasionante mundo de los deportes electrónicos, los esports. Mi ambición y mis ganas de seguir creciendo personal y profesionalmente, combinadas con el infinito mundo de posibilidades que abren los esports dónde aún está todo por hacer y todo por inventar, hicieron que me enamorara locamente y que ahora no me imagine mi vida profesional en otro sector que no esté ligado a este mundo. Como decía nunca podremos saber qué nos depara la vida sin arriesgarnos. Definitivamente no se pueden conectar los puntos mirando hacia adelante. Hay que conectarlos mirando hacia atrás.